La expresión indica que si nos presentamos como si fuésemos una marca específica vamos a contribuir a diferenciarnos de nuestros competidores, a incrementar la demanda por nuestros servicios profesionales y a mejorar nuestras posibilidades de hacer carrera en una empresa. La meta no consiste en tratar de desarrollar una imagen determinada sino de entender nuestro conjunto de fortalezas, valores y habilidades y usarlo como una combinación única que nos diferencie y haga que nos elijan.
Nuestra identidad como marca, es la percepción sensorial, racional, emocional y cultural que nos rodea. Nuestra marca personal sería algo así como un envase que contiene todos nuestros atributos para que se entregue nuestro producto a un cliente o una empresa.
El objetivo del personal branding no consiste en mostrar algo que no somos. Tampoco, en exagerar o autopromocionarse. Por el contrario, es mostrar lo mejor y lo esencial de uno, valorado por los demás integrantes de nuestra organización. Si lo logramos, llamaremos la atención hacia nuestra capacidad y lograremos identificar el impacto que causamos entre quienes nos rodean.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario