Piense en su industria… Varias empresas ofreciendo algo parecido. Separarse de la multitud es un gran desafío, pero sin dudas de los mejores, dado que obliga a la empresa a profundizar el conocimiento y desarrollo de su estrategia de negocio.
Para diferenciar su marca de la del resto de sus competidores es necesario trabajar sobre los “puntos de diferenciación”. Algunas preguntas que pueden servirle para encontrarlos:
¿Qué podemos hacer que nadie más en nuestra industria está realizando? Identificar los productos, servicios, habilidades, capacidades, experiencia y conocimiento que solamente tiene su empresa y que son potenciales generadores de ventajas competitivas. Si no encuentra ningún generador, será el momento de generarlos
¿Para qué tipo de problemas de los consumidores la empresa tiene una solución única o superior? Es fundamental averiguar el verdadero problema de los clientes. No dé por sentado nada. Pida información y pregunte. No se limite a lo que se observa a primera vista. Profundice el análisis para hacer un bien diagnóstico.
¿De qué manera única la empresa presenta o entrega los productos y servicios? A veces la diferenciación puede venir más a través del packaging y la entrega que del producto en sí mismo. A veces no es realmente el producto lo que importa.
¿Cómo podemos crear una experiencia diferente para el cliente? Póngase en el lugar de sus clientes. ¿Qué podría hacer la empresa para que se sientan bien, de una manera única o imprevista? Puede hacer benchmarking: ¿existen prácticas o técnicas que usted observe en otras industrias y pueda aplicar en su compañía?
¿Cómo nuestra personalidad de marca nos distingue de la multitud? Está claro que las empresas no son personas, pero una fuerte personalidad de la marca puede cambiar todo acerca de cómo los clientes se relacionan con la empresa (para bien o para mal).
La marca es la diferenciación.
Gustavo Adamovsky
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