Refloto una publicación en la cual he participado hace un tiempo
Posgrados, especializaciones, doctorados y la lista sigue. La oferta de estudios superiores que ofrecen en la actualidad la mayoría de las universidades y diversos institutos privados, así como la terminología con la que se nombra a estas especializaciones, es amplia, variada y puede resultar abrumadora. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro término? ¿Cuáles son las ventajas de cursar un posgrado? ¿Y en qué momento de la carrera conviene inscribirse? Opinan los expertos y estudiantes y egresadas de distintos posgrados en el exterior y en la Argentina.
"Una diferencia está dada por el tiempo que lleva cada uno de estos estudios. Una especialización, por ejemplo, puede durar de un año a un año y medio.
En cambio, una maestría -llamada también posgrado o master- dura de dos a dos años y medio. Es decir, incluye todo el tramo de especialización pero aparte se abordan otros temas. Además, permite desarrollar metodología de la investigación, porque hay que presentar una tesis. El doctorado, que viene después de la maestría, dura no menos de cuatro años, porque se hace investigación. Para obtener una tesis doctoral, se requiere un análisis profundo sobre un tema y el enfoque tiene que ser totalmente novedoso", explica Gustavo Adamovsky, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UCES.
Plan a medida Si se quiere realizar un posgrado, hay a grandes rasgos, dos tipos: los de especialización y los más generales. Si la necesidad profesional pasa por aprender un tema en particular, lo más conveniente es realizar el primero, sino conviene realizar el segundo.
"Los posgrados de especialización dan herramientas para manejar, por ejemplo, un proceso específico, y no hay un momento ideal para cursarlo: se puede hacer en cualquier momento de la carrera. En cambio, en los posgrados que se sintetizan contenidos de distintas áreas como, por ejemplo, un MBA (Maestría en Administración de Negocios, el programa de posgrado más reconocido en todo el mundo) o el Programa Ejecutivo de Recursos Humanos que yo dicto, si tenés experiencia laboral, mejor. Los alumnos que trabajan desde hace 6 u 8 años aproximadamente son quienes más aprovechan el posgrado", dice Paula Molinari, directora general de la Consultora Whalecom, profesora del MBA y del Executive MBA y directora Académica del Programa Ejecutivo de Recursos Humanos de la Universidad Torcuato Di Tella.
En la misma línea opina Ingrid Neumarkt, docente de distintos posgrados en la Universidad Di Tella y, ocasionalmente, en la Universidad de San Andrés, y con experiencia en posgrados en el exterior: cursó un MBA en ESADE (Barcelona, España), especializándose en Capacitación de Recursos Humanos en el Cranfield School of Management, de Inglaterra.
"Para mí el mejor momento es cuando ya se tiene experiencia laboral. Los mejores masters son muy prácticos y si uno está trabajando, la comprensión es superior", apunta. Tan útil le resultó a ella cursar estudios superiores, que está convencida de que no hubiese llegado tan rápido al puesto de gerente en American Express, si no hubiese tenido los conocimientos del MBA.
En nombre propio María Martha Rabasedas es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA y luego cursó el programa de Desarrollo Directivo del IAE Business School de Buenos Aires. En la actualidad está cursando -hasta diciembre- el Executive MBA en la Universidad Torcuato Di Tella.
Rabasedas explica que su vasta trayectoria en distintas empresas del grupo Techint (donde llegó a ocupar el cargo de Gerente Regional de Comunicaciones en Tenaris, una de las empresas del grupo), significó para ella haber realizado "varios masters de comunicación juntos dada la calidad de los desafíos" que allí tuvo. "En una empresa así uno aprende en la interacción con gerentes y directores y va ganando una mirada más estratégica del negocio.
Entonces preferí adquirir herramientas más duras (contabilidad, finanzas, operaciones, etc.) para completar mi perfil. El Master de Negocios que estoy cursando me sirve mucho, porque me da una mirada integral", aclara. María Martha espera aplicar estos nuevos conocimientos en su propia empresa de Comunicación Corporativa, proyecto en el que está actualmente involucrada.
La avidez por el desarrollo profesional fue también lo que llevó a Carolina Antico, licenciada en Marketing de la UCES, a cursar el MBA, es decir, la Maestría en Administración de Empresas que terminó hace poco en el IAE Business School de la Universidad Austral. "Fue un programa intensivo de un año de duración, con dedicación full time, donde se analizan casos reales de empresas", cuenta.
Uno de los motivos que la llevó a hacer un master fue porque, trabajando en el exterior, se le hizo evidente que para conseguir una jefatura de mando medio, necesitaba como mínimo una maestría. "Necesitaba perfeccionar mis habilidades para liderar equipos, desarrollar una comunicación más asertiva y lograr el empuje necesario para emprender mis propias ideas", explica Carolina, quien actualmente se encuentra en Barcelona, participando de un programa de intercambio internacional en el IESE Business School de la Universidad de Navarra.
Las ventajas de realizar estudios superiores son varias como "ayudar a los profesionales a que puedan lograr un cambio de carrera. Por ejemplo, a un egresado de la carrera de sistemas que hoy quiere irse al área comercial porque le interesa el sector de negocios, le va a servir justamente cursar un posgrado de negocios", señala Paula Molinari.
Pero el plus principal, que todos los entrevistados coinciden en señalar, es la posibilidad de generar contactos durante el tiempo de estudio.
María Martha Rabasedas lo sintetiza así: "La interacción con otros profesionales de distintos campos, compartir experiencias y trabajar en equipo uniendo enfoques diversos y multidisciplinarios es un punto clave de un posgrado. Se aprende muchísimo de cada compañero y, además, ampliás tu red de relaciones y contactos".
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