La televisión sigue suponiendo un importante pilar dentro del sector publicitario. Sin embargo a pesar de que la publicidad televisiva continua contando con la confianza de los anunciantes, el medio televisivo parece incapaz de adaptarse al lenguaje y las nuevas formas de comunicación de los usuarios y consumidores.
A pesar de que la televisión continua siendo el primer medio de comunicación en cuanto a volumen de inversión, la realidad puede resultar bien distinta teniendo en cuenta los nuevos hábitos y tendencias de los consumidores.
Las grandes empresas y marcas a pesar de continuar apostando fuertemente por la publicidad televisiva, son cada día más conscientes de que las nuevos herramientas y canales de comunicación a través de internet, como las redes sociales, están generando una mayor repercusión e impacto entre los consumidores, a la vez de generar un relación más directa y cercana con la que también aumentar los niveles de confianza.
La televisión tradicional está quedando obsoleta y perdiendo terreno ante la evolución constante del medio internet que amenaza por conquistar su reinado. De hecho algunos datos en este sentido son muestras más que evidente de los cambios que actualmente se están experimentando. En este sentido, Un 70% de los europeos realiza mensualmente múltiples tareas al mismo tiempo en el proceso de consumo de medios. Es decir, la gran mayoría de los consumidores europeos acceden a Internet mientras ven la televisión.
Los usuarios han cambiado radicalmente su rol para pasar de meros espectadores a convertirse en parte activa de la comunicación, y a pesar de continuar manteniendo su papel como receptores del mensaje, ahora su participación y opinión son considerados aspectos vitales en este proceso.
De esta forma, no resulta difícil el comprender como la televisión y su publicidad han encontrado en la comunicación unidireccional su mayor limitación, puesto que ni la respuesta del espectador es inmediata ni se pueden detectar las reacciones generadas entre los consumidores, lo que opinan o tienen que decir.
El fenómeno de las redes sociales ha supuesto grandes cambios en este sentido. Los usuarios y consumidores no sólo actúan como receptores del mensaje sino que además comparten la información, pueden interactuar, comunicarse con las propias marcas y además formar parte de una comunicación bajo un mismo lenguaje.
Otro de los aspectos importantes está directamente relacionado con la saturación publicitaria actual en la televisión. Ello origina un rechazo hacia la misma por parte de los espectadores que en ningún momento pueden decidir si realmente para ellos es verdaderamente relevante o de interés, lo que finalmente termina influyendo sobre la efectividad de la propia publicidad y un aumento de la costumbre de los televidentes por cambiar de canal durante los espacios publicitarios.
La publicidad televisiva termina siendo considerada como algo intrusivo que interrumpe sobre aquello a lo que los televidentes realmente prestan atención. Y ante ello, los espectadores no pueden mostrar su opinión ni rechazo y por lo tanto las marcas y anunciantes pierden una gran oportunidad de conocer con certeza las reacciones o de que forma comunicarse con los propios consumidores.
Vía: Puromarketing
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