El año pasado Facebook generó 3.700 millones de dólares en ingresos, un
poco más de 4 por usuario activo. Ninguno de esos dólares se originó en
los celulares
La compra de Instagram por parte de Facebook sirvió, también, para
terminar de convencer al remanente de escépticos sobre la importancia de
pensar los móviles como un canal con características propias. Y en
particular, es una palmada en la espalda para los que desde el principio
insisten en que las aplicaciones nativas dan una experiencia mejor y
que -al menos para facebookear-, son el futuro de los móviles.
Esto último es cierto aún en contra de lo que el propio Facebook hizo
hasta ahora, cuya estrategia no fue apostar a las aplicaciones nativas
sino a HTML5. En un principio esta tecnología prometía una variante
agnóstica y neutral, una forma de inmunidad frente al cambiante
escenario de los sistemas operativos (Android, iOS, Windows Phone). Pero
con el tiempo HTML5 -y cierto remanente Web- les está acarreando
problemas de usabilidad.
Se dijo mucho sobre lo que Facebook buscó con la compra, en su
momento en Movilion hicimos nuestra listita. Pero ahora me gustaría
agregar que uno de los principales activos que Zuckerberg y los suyos
buscan en Instagram es el know how de una empresa cuyo ADN es móvil.
Instagram es a las fotos y a Facebook, lo que YouTube fue al video y a
Google.
Es cierto que desde el lanzamiento de su versión para Android,
Instagram es además una red social bastante próspera, sin lealtad a
ninguna de las tres grandes plataformas (Google, Apple y Facebook). Pero
creo que lo que suma valor en la estrategia a largo plazo es el equipo
de gente. Un grupo imposible de armar hacia el interior de la propia
empresa.
En febrero de este año Facebook anunció un plan para incluir
publicidad en el carrete de noticias de su aplicación móvil, aún cuando,
indirectamente, la propia compañía reconoció que le faltaba una
estrategia coherente para monetizar esta plataforma. En cambio Instagram
nació móvil, lleva los teléfonos y las tablets en lo profundo de su
instinto.
Sin duda Facebook podría haber armado un buen team de desarrolladores
web reciclados de otras áreas, pero dificilmente esta nueva entidad
hubiera recreado la forma de actuar de los pocos empleados de Intagram. A
las empresas les cuesta llevar el éxito de un negocio a otro. Los
fracasos de Google en rubros ajenos a su core dan buena cuenta de lo
difícil que puede ser este proceso.
El año pasado Facebook generó 3.700 millones de dólares en ingresos,
un poco más de 4 por usuario activo. Ninguno de esos dólares se originó
en los celulares. Zuckerberg entiende la intimidad del móvil y fue
especialmente cuidadoso a la hora de incluir publicidad en él. Ahora que
está claro hasta qué punto la guerra se juega en el terreno de la
movilidad.
¿Habrá valido la pena esperar? ¿Podrá Facebook aprender de la
experiencia de Instagram para construir buenos productos móviles y ganar
plata con los más de 500 millones de usuarios que tienen en el canal?
Vía Infobrand
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