Emprendedores: la ausencia del socio estratégico

El auge emprendedor es indiscutible. Los beneficios socio-económicos también.

Sin dudas la actividad está en franco crecimiento y con un largo camino por delante. Pero, como en todo crecimiento, hay mucho por aprender y mejorar.

Una de las debilidades habituales que encuentro en varios de los proyectos, es la ausencia de un “socio estratégico”. No sé si el término refleja exactamente a lo que me refiero, pero es lo mejor que se me ocurrió (si encuentro uno que lo supere, les aseguro que lo modifico).

En general, en estos emprendimientos, la viabilidad técnica está superada. Quienes los desarrollan suelen ser especialistas en la parte técnica del producto. Tampoco frecuentan los inconvenientes en la viabilidad legal. Respecto a la viabilidad económica, ahí comienzan a existir los primeros obstáculos, debido al desconocimiento de herramientas de evaluación financiera y a la dificultad de poder demostrar la rentabilidad del negocio. Muchas veces este escollo es salvado, en función a la habilidad y “olfato” del potencial inversor.

Donde veo serias dificultades es en el management del proyecto. Es necesaria la figura del estratega, que pueda visualizar y dirigir la implementación de las estrategias del negocio. Sin dudas esta figura solucionaría, también, las falencias respecto a lo que se mencionó respecto a la viabilidad económica.

Pensemos en cuántas ideas interesantes no avanzan, por carecer de capacidad de gestión, ya sea en la búsqueda de inversores como en su implementación.

Quienes tengan pensado emprender y no estén preparados para la gestión empresarial, deberían analizar seriamente la posibilidad de contratar, o asociar, a especialistas Business Management.

Gustavo Adamovsky